Los Erasmus deben volver a confiar en León
La Universidad de León sufre el varapalo que la pandemia del covid está dando a todos los sectores de la sociedad también con su nómina de estudiantes Erasmus, que ha experimentado un descenso del 75 por ciento respecto a lo que es habitual en los cursos ‘normalizados’. Es la consecuencia directa y esperada del crédito que España, como país seguro sanitariamente hablando, está perdiendo a nivel internacional y que se deja sentir en cualquier relación externa, existan o no motivos para ello. El impacto de esta caída para la Universidad de León no afecta sólo en su faceta cultural y educativa, sino también a su vertiente económica, un perjuicio que se traslada a quienes se ven favorecidos por la presencia de estudiantes extranjeros en la ciudad.
En la institución académica leonesa esperan que la situación aún pueda remontar de cara al segundo semestre del curso, cuando suelen desembarcar más alumnos. Pero para ello será necesario no sólo que la situación sanitaria remonte, sino también que la imagen del entorno universitario mejore.
Lo que está claro es que es un acierto que León haya apostado por la enseñanza presencial en la medida de sus posibilidades a pesar de las restricciones impuestas por la pandemia, pues este criterio, a diferencia del que ha predominado en otros campus universitarios, es el que puede decantar la decisión de los estudiantes extranjeros.