Editorial | Emergencia nacional con el desempleo
La pandemia tiene que centrar a día de hoy todos el trabajo de las instituciones y de la ciudadanía. La prioridad es la salud. Probablemente las cosas no se están haciendo todo lo bien que se debería. Pero no cabe escatimar esfuerzos, especialmente para consolidar el sistema de sanidad con los medios necesarios para hacer frente a este segundo rebrote y a un incierto futuro sobre el que no caben afirmaciones categóricas ni establecer plazos. La otra gran prioridad tiene que ser el empleo. En todos los planes de reconstrucción, y en las medidas de apertura que se puedan aplicar cuando las cosas mejoren, hace falta que la creación de puestos de trabajo sea ineludible. Habrá tiempo para repensar las cosas y avanzar en otras metas también importantes pero no tan urgentes. El empleo es el derecho sobre el que pivotan muchas aspectos de la persona, y es la base para su desarrollo una vez garantizadas la vida y la salud.