Editorial | Más dedicación a sus verdaderas funciones

Los médicos de Atención Primaria llevan demasiado tiempo denunciando la precipitación con la que tienen que atender a sus pacientes, por el elevado número de ellos que acuden cada día a las consultas. A esta sobrecarga laboral propia de sus funciones se une la que deriva de los trámites burocráticos que tienen que cumplimentar para formalizar los expedientes de estos pacientes. Un exceso de trabajo que se ha incrementado de forma notable en los últimos meses con la documentación necesaria para cumplimentar las exigencias relacionadas con las pruebas para detectar la covid, las bajas laborales y de maternidad y paternidad, la comunicación de los resultados de los PCR,... Médicos de familia desbordados que además llevan sobre sus espaldas el descontento de los ciudadanos por las exigencias de la atención telemática, que a medida que pasa el tiempo va evidenciando más deficiencias en el diagnóstico de las dolencias de los pacientes. Algunas de ellas incluso con resultados dramáticos. La presión sobre el conjunto del colectivo sanitario está siendo tremenda desde hace ya demasiado tiempo, y amenaza con volver a endurecerse en las próximas semanas. En el grupo de los médicos de Atención Primaria, la primera línea de asistencia a los ciudadanos, el distanciamiento físico y la escasez de tiempo suman tensión a la evidencia de que el tiempo de que disponen para la atención clínica es cada vez más escaso. Para suplir el trabajo burocrático que hacen no son necesarios más profesionales sanitarios. No hay excusa para que no se atienda esta urgencia.