Con mayúscula, un periódico de Murcia
No entrará de oficio el lactante ministerio en el descuido de la revolución proletaria que lleva a perseguir el consumo de azúcar mientras se legaliza la grifa. Haber votado susto. Se verá si llega al análisis de aseveraciones profundas, al hilo de que del mejor trigo se hacen las mejores galletas, sin tomar cuenta del lubricante de palma, ni nada. Bastante tiene el comité con cribar la paja y el grano que deshace la madeja de ese bulo, que corre por ahí, sobre el cristianismo que predica la pobreza que el socialismo hace realidad; o este otro, antológico, relato fiel de cómo en el capitalismo el hombre explota al hombre, mientras que en el socialismo es justo al revés. Los politólogos, los del interrogatorio a Cayetana, son reacios a definir el objetivo de la nueva academia de pastoreo ideológico. León es territorio en el que nos encanta escuchar mentiras; nos hemos acostumbrado a rebozarnos en ellas, bien mascaditas, adecuadas a la dieta de cada cual, las engullimos trituradas, y las llevamos a la cama sin miedo a que la indigestión de la conciencia desvele la noche. Qué chance va a tener esa comisión indagatoria, entonces; casi la misma que se le supone en Venezuela a la vicepresidencia de la Suprema Felicidad. El Parte, el No-Do, el toque de queda; no hay régimen que no acierte con su trilogía de la verdad. Cuando no se es capaz de gestionar la creación de empleo, la atención sanitaria o el crecimiento del PIB queda la opción de manejar los espacios intangibles; los de la ignorancia, también. En esa deriva, no tardarán en encargar los rótulos para el ministerio del esfuerzo, sin otra forma eficiente de neutralizar las consecuencias que acarreará que los expedientes académicos no distingan entre el paso por el bachiller y el paso del ecuador. El ministerio de los sueños, para que las ambiciones no salten de la almohada; el ministerio de la tristeza, fuente de agua salada de las lagunas que inundan este valle de lágrimas; ministerio de la esperanza, en vísperas de que no quede piedra sobre piedra en un páramo de ruinas; ministerio de la soledad, en correspondencia con el imparable éxito de las políticas de despoblación. Hay dos verdades: una, que depende del tono y la convicción con que se diga; y la que empieza con mayúscula, que es un periódico de Murcia.