Editorial | Una transición que sólo será justa si cumple los objetivos fundamentales
La firma por parte de Junta, Miteco y Federación Española de Municipios y Provincias de los Convenios de Transición Justa que afectan de manera especial a la provincia —Montaña Central, El Bierzo y Laciana— abre el proceso de selección de iniciativas que compensen, siquiera parcialmente, los daños por los cierres de las explotaciones y centrales de generación térmica con carbón. Agentes económicos y sociales de las zonas afectadas han tenido la posibilidad de participar con sus propuestas en el proceso de transformación económica de su territorio. Apartaron para ello iniciativas sobre las que asentar la base para la elaboración de esos convenios, una posibilidad irrenunciable a la que aferrarse para evitar un mayor deterioro económico, laboral y social de unos territorios en fase de depresión por la desaparición de las actividades que los habían mantenido históricamente.
Esa participación se ha concretado finalmente en la presentación de 839 ideas propuestas —655 en León— por 200 agentes con implantación en esas zonas, que fundamentalmente tienen que ver con la agricultura y la ganadería, la agroindustria y el turismo, que son sus fortalezas endógenas, pero también con las energías renovables, el almacenamiento de energía, la industria manufacturera y, en fin, los servicios a las empresas e ingeniería civil. Pero el esfuerzo realizado por las administraciones y la sociedad en general sólo cumplirá sus objetivos si los proyectos que se desarrollen consiguen dinamizar la actividad económica a partir de la generación de empleo sostenible en el medio y largo plazo y la fijación de población en esos territorios, algo que tampoco se conseguirá si paralelamente no se dispone allí de los servicios más elementales y los que, desgraciadamente, todavía sigue careciendo gran parte de la provincia.