Tardear
Dícese, literalmente, de alternar por la tarde. ¿No les suena, al menos, tentador? Nos somos los españoles de acostarnos pronto ni de madrugar en exceso. Al menos no lo hemos sido hasta ahora. Sin embargo, lo cierto es que esto también está cambiando. Somos muy de salir, muy de bares y muy de vivir fuera de casa. Así nos conocen más allá de nuestras fronteras. Pero las restricciones con las que convivimos desde hace un par de meses y que no nos dejan ver aún la luz al final del túnel nueve meses después, han trastocado también esta realidad, que ya existía antes del covid.
Lo cierto es que los horarios españoles parecen haber experimentado un cierto adelanto con esto del virus y hay quien dice que las ocho de la tarde son las nuevas diez de la noche. A la fuerza. Ahora hay que pensarse muy mucho salir a cenar fuera, no vaya a ser que con las prisas se nos atragante la velada. ¿No les parece un cambio a mejor? Hasta hace bien poco lo de cenar a las ocho parecía algo de extranjeros, de hotel de Mallorca plagado de turistas. A mi siempre me han dado cierta envidia los horarios del resto de europeos. Empezar antes para acabar antes. Total, lo de las copas ya hace tiempo que vive su versión de tarde con los cafés toreros, tan tentadores para quienes quieren volver a casa a buena hora y dormir las ocho horas reglamentarias con los deberes del disfrute ya hechos. Pero los españoles somos así, rebeldes por naturaleza. Vivimos tarde y no tenemos inconveniente en alargar las cosas.
Quién sabe si el tardeo ha venido para quedarse y este cambio obligado de costumbre se convierta en habitual porque hemos decidido adoptarlo. Porque nos gusta. Y, junto a esta tendencia de adelantar los ratos de ocio se debería adelantar todo lo demás. El tiempo dirá. Lo que está claro es que el tardeo es el concepto de moda. Lo dice hasta la Fundeu, que reconoce que el verbo tardear y el sustantivo tardeo como «apropiados para aludir a la actividad de salir de tapas o de copas por la tarde». Una nueva tendencia para la nueva era del covid y una oportunidad de reinventarse para el sector hostelero.