Editorial | Un proyecto industrial fundamental para facilitar nueva vida a La Robla

El final del carbón y la clausura de la central térmica de La Robla suponen un duro varapalo para la Montaña Central leonesa. El mazazo ha sido terrible en todos los órdenes y se hace imprescindible la llegada de alternativas sin mayores dilaciones para evitar una rápida despoblación como ya ha ocurrido en otras comarcas como Laciana, Fabero-Sil o la antigua cuenca Sabero-Cistierna.

Por ello, hay que depositar las esperanzas en el proyecto liderado por Naturgy y Enagás para reutilizar el espacio de la planta termoeléctrica clausurada el pasado verano en La Robla. Se trabaja en el diseño de una factoría capaz de producir 9.000 toneladas de hidrógeno verde al año. Será la fábrica de mayores dimensiones de España. Una industria verde, del siglo XXI, para sustituir la térmica que quemó carbón en el XX, y que sin las inversiones necesarias para actualizarla no podía seguir abierta por las actuales exigencias europeas en materia medioambiental.

Ahora, esta nueva planta fotovoltaica de 400 MW aprovechará las investigaciones realizadas desde hace años por Naturgy, y también sus terrenos de la localidad montañesa. La puesta en marcha precisa una inversión muy elevada, que generará efectos inmediatos con la creación de puestos de trabajo para su construcción, y también en el futuro para su mantenimiento.