Editorial | En la inversión en infraestructuras también hay vidas en juego

El desequilibrio que sufren las provincias de interior, alejadas de los grandes ejes de desarrollo, también se hace especialmente presente en los planes de inversión de las instituciones. En plena batalla por visibilizar la España Vaciada, parece claro que las inversiones de las instituciones son fundamentales para potenciar la llegada de alternativas a esos territorios, tanto las privadas como las públicas. Pero un estudio del RACC (Real Automóvil Club de Cataluña) pone el acento en un aspecto que quizá no se ha destacado lo suficiente. En ese olvido hacia las provincias con más problemas de enjevecimiento y ausencia de nuevos yacimientos de empleo, también existe un mayor riesgo en sus carreteras. León se sitúa en la estadística como la segunda provincia con mayor proporción de tramos en los que hay un peligro ‘elevado’ o ‘muy elevado’ superior al doble de la media española, que se sitúa en el 9%. Y junto a León figuran provincias como Huesca, Teruel y Orense con las que suele compartir espacio en las estadísticas cuando se analizan los indicadores económicos, de éxodo poblacional o de falta de relevo generacional.

Parece que las demandas de inversiones más justas y equilibradas afecta incluso a aspectos tan fundamentales como la seguridad vial. La Constitución preserva unos principios de igualdad y solidaridad entre los territorios que no suelen respetarse por las administraciones.