Editorial | Fracaso reiterado de coordinación en Europa

A un problema tan global como es la actual pandemia parece razonable y exigible que se lancen respuestas en clave globalizadora. Esa forma de encarar las cosas lamentablemente parece utópica. Pero no lo debería ser tanto el exigir una postura común en un territorio como Europa, donde se llevan empleadas literalmente varias décadas en avanzar hacia el diseño de unas herramientas de acción común de los diferentes estados. La pasada crisis económica puso en claro que la acción descoordinada agravó los daños. Y ahora, al encarar el covid, desde el primer momento quedó claro hace ya nueve largos meses que la acción en la misma dirección era tan necesaria como imposible. Pero las autoridades europeas siguen sin aprender y los diferentes países optan por el ‘sálvese quién pueda’ en todas las ocasiones. La nueva cepa del virus en el Reino Unido ha vuelvo a coger a contrapié al Viejo Continente.