La prueba de fuego para ver el principio del fin
La próxima semana se activa en León el plan de vacunación del covid 19, un protocolo que plantea un reto sin precedentes para el sistema sanitario. La sanidad pública no se ha enfrentado nunca a una contingencia de tal calibre, con una vacunación masiva y una logística que debe ser impecable para llegar al mayor volumen de población en el menor tiempo posible y con todas las garantías de seguridad que exige el fármaco de Pfizer/BioNTech, que precisa de una temperatura de -80 grados centígrados para su conservación. En la provincia, el proceso arrancará a partir del martes con la aplicación de 3.000 dosis en los centros de residencia de mayores seleccionados por su mayor tamaño y con preferencia por aquellos que no han sufrido episodios de la enfermedad. Será entonces cuando se ponga a prueba la eficacia de un dispositivo que se desarrollará de igual manera en todas las provincias de Castilla y León y que seguirá al pie de la letra las recomendaciones de los expertos. De su buena evolución depende que se pueda frenar o minimizar el impacto de la temida tercera ola, especialmente en las residencias de mayores, que deben extremar las precauciones para no caer a las puertas de la vacunación.
Solo cuando la implantación de la vacunación sea masiva podremos empezar a hablar del principio del fin de la pandemia y abordar el complicado periodo de recuperación que nos espera. No hay que olvidar que la única manera de recobrar la normalidad es que la vacuna llegue a todos, para lo que será necesario realizar un verdadero esfuerzo didáctico con los reticentes.