Editorial | Formas y fondos de la deuda histórica
Los líderes de los principales partidos políticos de la provincia deberán esforzarse en llevar a cabo un ejercicio de altura de miras para superar su tradicional discurso de ensalzamiento de los propios méritos sin atisbo de autocrítica y exceso de celo en los logros de la oposición, si se quiere conseguir una unidad de acción en favor de los intereses de León. En el inicio de un año que ha de ser decisivo para el futuro de la provincia unos y otros representantes públicos coinciden en que las administraciones en su conjunto mantienen una deuda inversora histórica con León, pero en un primer tanteo parecen incapaces de enterrar el hacha de guerra del manido discurso político para buscar puntos de encuentro desde los que ejercer una presión común. No hay otro camino para avanzar, el cambio de discurso y actitud es urgente.