Que rulen

A menudo apetece cambiar cosas de la casa, dar otra postura al sofá o al armario; y esa mesa, allí mejor. De no cambiar de casa (lo soñado), meneémosle el decorado. El añonuevo pide cambios, otro paisaje.

Y mover el mobiliario artístico de esta ciudad fue la tarea que nos pusimos ayer. Octavito, cómo no, fue el primero en colgar sus deberes en nuestro chat de la pandemia: Propone que toda escultura urbana rote y todo barrio tenga derecho a sufrirlas también... que rulen... y así, que el bronce del divorciado con niño de la Catedral se instale junto a los juzgados en honor a la custodia compartida (aunque ese rapaz solo quiere zafarse de papá progrepijo y volver con mamá; pasa de catedrales y pide pizzería)... y esa familia cazurra cara de lata y tipo bidón forroñoso que plantaron en Burgo Nuevo, póngase en la rotonda de la estación; ese paisano y paisana con guaje son fósiles de alguna postguerra, símbolo del perdedor, llevan años en la calle sin arreglarse su situación pasmada y ya sólo les queda emigrar, piden maleta. Sugiere también que lleven al Gaudí seis meses al año a Astorga para que su palacio episcopal no quede huérfano de mirada de autor, mientras que aquí le guarda el sitio en Botines la estatua de Guzmán, pero a ras de suelo, apeado de su atalaya tarifeña para apiolar con su verduguillo al morito malo que vio entre los andalusíes de Unicaja cuando sitiaban a la Cajita Leonesa del Ahorro Tieso.

A Sócrates le irritan las moscas moscorras de los muros de la vieja Cárcel, ese esperpento de Arroyo; dice que en ningún otro lugar lucirían mejor que en la fachada de cristal tintado del edificio de la Junta, ahí es donde está la miel. Y apuntó también a la Negrilla de la plaza de Santo Domingo, le parece símbolo de la derrota, León abatido clamando piedad o limosna y que jamás se pondrá en pie, mala señal; quiere ponerla a pedir a la puerta de San Isidoro; o intercambiarla con otras ciudades; sugiere Oviedo mandándonos de allí su célebre Culona, tan rotunda ella, certeza próspera, a ver si así cambiamos de signo y destino soñando con opulencias.