¡Anda, jaleo, jaleo!
Con el corazón en un puño nos tuvo la consejera de Sanidad, Verónica Casado, durante dos días. En la rueda de prensa extraordinaria del martes para analizar la evolución de la pandemia dijo que el grupo de expertos había sugerido la eficacia de un confinamiento corto, como el de marzo, para frenar el virus que muestra su alta capacidad de contagio. Manifestó su intención de volver a pedir al Gobierno central los instrumentos jurídicos necesarios para recurrir a esta medida cuando fuera necesario. La negativa del Gobierno no se hizo esperar. La noticia, de gran impacto, sorprendió. Ardieron los teléfonos con llamadas y se intercambiaron mensajes por WhatsApp. El anuncio provocó un tsunami que tuvo réplicas en todas las provincias. Los miembros del comité de expertos tampoco daban crédito. Los habituales del grupo que se reúnen periódicamente con los responsables de la Consejería de Sanidad no habían llegado a proponer una medida tan radical. Después supieron que la consejera tiene en cuenta también otras opiniones de profesionales dentro del ámbito sanitario. La marea movilizó al presidente, Fernández Mañueco, que ante los datos de la pandemia, decidió reunir al comité de expertos en el Consejo de Gobierno. La expectación era grande. Toda Castilla y León estaba pendiente de las decisiones que se tomaran en ese encuentro. La participación de los especialistas duró algo más de dos horas, tiempo en el que propusieron algunas medidas adicionales, nunca el confinamiento corto, pero volvieron a insistir en la reclamación que se repite en todas las reuniones: más contundencia para que se cumplan las medidas que ya existen, que resultarían eficaces si nadie se las saltara a la torera sin apenas consecuencias. Los expertos, incluso, sugirieron que los castigos fueran más allá de las multas económicas porque los delitos contra la salud pública están castigados en el derecho penal con prisión. Un maratoniano Consejo de Gobierno de cinco horas de duración anticipaba algo gordo. Después de dos hora y media de intercambio de opiniones, el comité científico abandonó la reunión. Lo que pasó durante las tres horas siguientes evidencia que hubo tensión política. La consejera Verónica Casado, y el vicepresidente, Francisco Igea, defienden medidas más contundentes, pero lo anunciado por el presidente Mañueco, con todos los sectores de la sociedad pendientes, fue desigual para cada provincia, con pocas novedades, salvo que el confinamiento perimetral y el toque de queda se prolonga hasta el 9 de mayo y que las decisiones se tomarán con los datos de la evolución del virus a una semana y no a catorce días, como hasta ahora. La incertidumbre económica y sanitaria que provoca este virus hace necesaria la unión de criterios y no introducir más jaleo en esta difícil situación pandémica.