Editorial | La paga pública que exhibe el atasco coyuntural y la tragedia estructural
Más de 200.000 leoneses cobran cada mes de las arcas públicas su nómina, subsidio o pensión. Sus situaciones son muy distintas, y también las razones por las que el Estado les abona esas cantidades que, tampoco debemos olvidarlo, son más divergentes aún. Pero el problema es que se pone en evidencia que la provincia de León tiene un problema estructural de envejecimiento al que se une de modo coyuntural el daño económico ingente que está dejando la pandemia del covid.
El dato puede interpretarse en principio como positivo puesto que a nivel humano es fundamental que el Estado de Bienestar funcione y extienda sus brazos para llegar a todos los niveles y rincones de la sociedad. Pero también se hace necesario un análisis económico, bastante más negativo, sobre el problema que tienen unas estructuras que evidencian desequilibrios que son nocivos para garantizar una estabilidad futura del sistema. La caja del dinero de todos tiene evidentemente un fondo y es necesario que existan caudales que la llenen para poder luego extraer esos euros con los que abonar la ingente nómina pública.
El problema para León es que estos datos lastran sus posibilidades de crecimiento. En estos momentos ya sólo hay 156.531 cotizantes en el sector privado. La provincia precisa un reimpulso urgente para rejuvenecer sus balances.
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