San Calentín
D espués de tanto pregón y calentón les llega hoy muy tiesín san Calentín a los catalanes... y tras dos semanas de paradas nupciales y cortejo abusivo acosando su bragueta electoral, les toca al fin meterla por la raja de una urna abierta de ganas (y de 9 a 8, sin parar, ahí va ella, qué oficio), urna que no dejará de jadear ecos electorales: ¡más, más, vótame, vótame!... y hasta que le hagan recuento (o caja) a la noche, las siglas tendrán todo el día para mirarse quién la tiene más larga y hacerse ilusiones... o temer el gatillazo que nunca verá quien controle allí la TV3 pública y su ventaja de « con buena picha bien se jode »... pero « al freír será el reír » con la cruz que completa el dicho, « y al contar será el llorar »... y Sanjoderse caerá en lunes mañana, otro «lunes de aguas» con todos recién paridos por unas urnas en las que el virus también votó y chingó lo suyo (ojalá no infecte demasiado al resultado ni a la criatura; se teme que algo sí)... quiere decirse que veremos de nuevo lo que ya sabían los romanos: post coitum, tristitia , dicho antes por Aristóteles copiándoselo al doctor Hipócrates: omne animal post coitum triste est ... así que mañana se verá la carita de placidez tiesa o revolcón que tiene cada cual entre litigantes; y desde ya, cada cual mirará en el corro del reparto con quién se apaña mejor o se amanceba peor, porque al fin y al rabo , nadie la tenía tan larga como creía y aquí, como antes, querrán seguir jodiendo todos, de lo que no cabe duda alguna... ¿y valdrá de algo que el independentismo firmase ante notario no pactar jamás con Illa y socialismos o constitucionales?... valdrá nada si es papel mojado; y las lágrimas mojarán lo suyo... así que «al mandar será el mudar» y el indepe seguirá en sus números gracias a sus numeritos, los populares no saldrán de cuentas, los socialistas silbarán a las puertas del cuento y los voxes se la verán tan gorda con el voto birlado al PP, que creerán que la marrana podrán joderla ellos solos... y eso no es buena noticia, porque serán semilla de más indepes al ver en ellos sin tapujos la ¿verdadera? cara de la ya odiada España.