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Sol de invierno y nieve a raudales en la montaña. Te levantas a las seis de la mañana para llegar a una hora prudente a la estación de esquí y aprovechar el día al máximo: es el mejor fin de semana del año para esto. Los tonos rosáceos y anaranjados decoran un amanecer de ensueño al llegar al puerto de San Isidro y ya eres capaz de oler el primer café que echas en El Rebeco, el bar de arriba. Son las 8.30 de la mañana y estás en la cola de Cebolledo, con la ‘armadura’ puesta y cargando la tabla, los esquís, el casco... La taquilla abre a las 08.45 horas pero ya hay una masa considerable que aguarda voraz. Pistoletazo de salida y, medio congelado, te toca esperar porque lo bueno... Ya se sabe. Después de 25 minutos tan solo tienes a seis personas delante. Preparas la cartera y, en ese preciso momento, ves salir a una de las trabajadoras para anunciar que se suspende la venta de forfaits —entrada a las pistas—. «Aforo completo» a las nueve de la mañana, en letras blancas sobre fondo rojo. Tamaño A3 y bien plastificado, para que aguante varias temporadas. Y tú, que podías estar en la cama a lo ‘calentín’, y que te acaban de pintar la mayor cara de gilipollas de la historia, piensas en la marabunta que queda detrás de ti, que igual que tú, se van a quedar con las ganas, y que vaya usted a saber de dónde vienen: Zamora, Ponferrada, Salamanca, Astorga, Pucela... Vaya usted a saber el madrugón que se han jalado de desayuno para nada.

Porque está muy bien presumir de que Masterchef viene a grabar a León. Publicidad gratis para la provincia y, sobre todo, para la Diputación de León, que tras un año de pandemia ha sido incapaz de habilitar la venta online anticipada en el servicio turístico que más descaradamente aporta a sus arcas junto con la Cueva de Valporquero. Es penoso. ¿En qué se gastan los billetes? Se habla de la digitalización pospandemia pero, de nuevo, parece que a León no ha llegado. Cualquier chaval de 17 años sería capaz de implementar la compra de forfaits en la página web de San Isidro con cuatro tutoriales del Youtube y, de paso, arreglar la «incidencia técnica» en la que «están trabajando» desde no se sabe cuando. ¿A qué se dedica el técnico responsable? Lamentable que la Diputación no actúe ante la incesante demanda que presenta semana tras semana, con un aforo ya reducido por la covid. La Junta reabre las fronteras interprovinciales y, en vez de preparar el aluvión y ahorrar disgustos y pérdidas de tiempo a los usuarios, desidia. Muchas voces reclaman la privatización del servicio. Tal vez lo correcto sea que los diputados provinciales se pongan a trabajar, después de un 2020 en el que, honestamente, no han tenido quebraderos de cabeza ni sobrecargas laborales. Que gestionen esa mina de oro blanco para que se convierta en una referencia regional y no en la mofa de las estaciones de invierno.