Cerrar

Creado:

Actualizado:

Querida Mariguindi nuestra: Nos pides posición a esta no-tertulia ante la prohibición que algunas administraciones de nuestro revolutum nacional imponen para que mañana no haya manifestaciones con motivo del Día de la Mujer ante los riesgos de reanimar a este esquivo, puto y mutante virus que nos trae entre la Calle de la Amargura y la Avenida del Cementerio , y pareciendo que nos orientas la respuesta: «Sinceramente, ¿no creéis que se está criminalizando a las mujeres por ser mujeres?»... Si nos lo hubiera preguntado Irene Montero, lo entenderíamos, es su muletilla talismán, pero te suponemos más hondura pensando y más distancia lanzando la vista, así que también te preguntaríamos si crees que esa criminalización que dice afecta a las mujeres en su totalidad o solo a las que exigen manifestarse o lo llevan trabajando en colectivos e instituciones esperando el día grande lo mismo que cofrades o falleros hacen de sus fechas sagradas o explosivas el culmen y éxtasis de sus trabajos, dineros, creencias o emociones (abortadas además este año por segunda vez)... y que nos digas si las afectadas ven efectivamente estrangulada su libertad de expresión o tan solo, y solo por una vez, el método de hacerla visible: la calle, peligrosita calle todavía.

Sócrates cree que esta incontinencia por procesionar, vicio nacional donde los haya, os hace parecer paponas dando ideas con vuestras miniconcentraciones a los de Semana Santa para exigir ese mismo derecho y que haya también miniprocesiones, o sea, ¡maldito favor, paisanas!; Peláez dice que tanto ruido y eco no lo habría conseguido un 8M normal y que, por tanto, es lo mejor para la causa y ni se agradece; y Otavito anuncia para mañana alborotos e ilegalidad como plus excitante para las más tamboras y radicalas pillando foco de telediario y sin meter al Hasél por medio o contendores ardiendo.

P/D Nos halaga que firmes con el Mariguindi que aquí te brindamos, querida Mariguindilla, porque sabes que lo acuñó nuestra admiración por tu picante perspicacia que en algo nos entiende.