Editorial | El conflicto de la muerte no puede obviarse
Hay asuntos que son fundamentales pero que forman parte de algún modo de los tabúes de la sociedad. En los últimos tiempos gana protagonismo el conflicto sobre el suicidio y sus números son terribles. Ayer el Congreso dio luz verde a una ley de eutanasia. Sin duda hace falta reglar y facilitar un marco estable al conflicto de la muerte deseada. Pero son aceptables también todas las críticas por la forma de actuar del Gobierno sin escuchar ni a colectivos profesionales ni al comité de bioética, entre otros. La unilateralidad nunca es buena en la gestión pública. El tema es complejo pero muy importante. Su debate público ha puesto de manifiesto la grave carencia de cuidados paliativos para los enfermos. Falta análisis y debate para algo tan vital.