O nosotros o el caos

Cuando la censura obligaba al « avive el seso y despierte contemplando... cómo pasar de la raya sin que venga la Estaca tan callando », el humor ganaba mucho porque había que afinarlo a modo. Y tengo por uno de los mejores  chistes  gráficos el que firmó  Ramón  y sirvió de portada al  Hermano Lobo, semanario de humor dentro de lo que cabe  (y bien que ahí les cabía cosa borde y burla fina), número 169, año IV, fechado el 2 de agosto de 1975 (30 pesetas), Franco vivo aún, moriría cuatro meses después. Esa portada, vista hoy, parece profecía.

La viñeta ocupa toda la página y roba el primer plano un político en tribuna con micrófono dirigiéndose al pueblo oyente con una frase lapidaria:  ¡¡O nosotros o el caos!! ... y el pueblo que escucha la arenga responde unánime con no menor concisión:  ¡¡El caos, el caos!! ... a lo que el orador les replica finalmente:  Es igual, también somos nosotros .

Cuanto más simple es la gente, más se tira a lo tremendo, apuntó Peláez: o blanco o negro... socialismo o libertad... comunismo o buena vida... fascismo o superlibertad... nosotros o el vivalavirgen... ¡¡el vivalavirgen, el vivalavirgen!!, exclamó un pueblo hasta los cojones de que no le dejen ir a procesiones, efusiones, botellones y voceríos.

Carente de más discurso, el fragor político que hoy se vive aquí vuelve a esa simpleza del blanco o negro, del rojo o azul... y a agitar lo de las dos Españas, tan viejo y barato. Parece que lo único que buscan es llevarnos a los polos, sin tierras medias, sin espacios comunes. Es la exclusión: o yo o el diluvio. Pero va siendo hora de zanjar la cómoda y manida teoría de las dos Españas. Que nadie se engañe o se líe, solo hay una España, lo que pasa es que es bipolar por norma y esquizofrénica cada equis años, pon cuarenta. Y la capacidad de insulto y simpleza con que se están mostrando nuestros políticos solo busca lo esquizoide sembrando cada cual su caos, concluyó Peláez, así que se entiende que Urbano el de Nunci solo exclame cada vez que los ve en la tele: ¡que os den pol culo sopas, que por la boca solo os sale mierda!...