Lo que es del río
O bligada por lo flagrante y ladrón, aunque tarde, Confederación Hidrográfica del Duero entendió al fin la masacre ambiental que suponen las choperas abusivas para estos ríos y sotos (que en su día autorizaba sin chistar, si es que no las promovía directamente), iniciando ahora un plan de recuperación para el dominio público de las superficies plantadas dentro de sus cauces y zonas de servidumbre. Algo es algo y vaya aquí el aplauso esperanzador para la medida porque uno sigue soñando con que un día estos ríos vuelvan a renaturalizarse recuperando su dibujo original y su enorme y dañada riqueza biológica, algo que jamás debió tocarse y, menos aún, trastocarse (con que solo volvieran ochenta años atrás sería un triunfo de la sensatez). La invasión ha sido brutal en las últimas décadas, se arrasó la vegetación y el relieve de estos sotos para allanar la chopera, se cegaron lechos y dobles cauces para apresar el agua en una sola avenida entre altas escolleras (río canal), se plantaron chopos hasta la misma orilla del cauce donde los alisos o sauces grapaban sus orillas desde hace milenios... y la voracidad no cesó porque las propias juntas vecinales estuvieron en la pomada ante el canon o calderilla que obtenían por su consentimiento (¡si al menos esas choperas hubieran sido del pueblo!) y el lector solo tiene que volar con el satélite de internet sobre nuestros ríos para comprobar la salvajada y el abuso codicioso; es que no han dejado un solo centímetro del viejo soto salvaje ni lo silvestre; el monocultivo chopero es obsesivo, agresivo y horrendo guantazo matapaisajes... en fin, algo imperdonable y, lo peor, difícilmente recuperable en tantísimos casos.
Sin embargo, el senador Silván cree que la medida de CHD supondrá graves daños a la industria transformadora y al empleo vaticinando éxodo poblacional (eso conmociona mucho hoy aquí), con pérdidas de seis millones de euros. Pues vaya mierda de renta si es la que nos da el masacrar todos estos lechos; ¿es que no valdrán algo más los ríos que un día envidió Europa?... y no olvide que «al río, lo que es del río».