Editorial | Una oportunidad para posicionar el polo aeronáutico

La alianza entre la Universidad de León y el Instituto de Competitividad Empresarial (ICE) para impulsar una aceleradora internacional de proyectos vinculados al sector aeronáutico nace para ser un foco de atracción de talento y de apoyo al emprendimiento. Y puede llegar a conseguir sus objetivos si se logra el respaldo necesario para que, tras las inquietudes puramente académicas, se materialicen iniciativas empresariales que refuercen el polo aeronáutico que no llega a despegar en la provincia. Defiende el rector, Juan Francisco Marín, que León es el emplazamiento adecuado para este proyecto que impulsa la Junta, amparado por la titulación en Ingeniería Aeroespacial que ofrece el Campus de Vegazana y el grupo de investigación liderado por el eminente Jesús Gonzálo de Grado. No le falta razón pero sólo con razones no se sientan las bases para dotar de recorrido a un proyecto de esta envergadura. Esta apuesta por León tiene fecha de caducidad —son cuatro años los que tiene de vigencia el convenio— por lo que no hay tiempo que perder para implicar al tejido industrial, imprescindible para que el emprendimiento tenga consistencia.

El futuro de los territorios está en la especialización inteligente y la única manera de que un lugar se identifique con un área de negocio concreta es que la implicación sea visible a todos los niveles, incidiendo en la competitividad y en la captación de talento. Un convenio de este tipo es una buena oportunidad para León pero aún queda mucho camino por recorrer.