Editorial | Impulsar la economía circular en la construcción

La construcción es uno de los sectores que consume más recursos naturales, especialmente aquellos no renovables, y que genera más residuos. A pesar de los ambiciosos objetivos de reciclaje, valorización y reutilización de los materiales que se utilizan tanto en edificación como en obra pública, lo cierto es que esta es una de las actividades en las que una mayor parte del volumen de residuos queda fuera de control. Y que está todavía lejos de cumplir con las exigencias no sólo de vigilancia medioambiental (tanto de gestión del uso de materias primas como de los desechos que produce) sino de avance en la economía circular. El objetivo que la UE se fijó hace años pasaba por valorizar a estas alturas el 70% de los residuos de la construcción, sin embargo las cifras reales están muy lejos de este porcentaje. La mayor parte de los materiales acaban en vertederos, no sólo sin reciclar sino con un volumen aún alarmantemente alto de casos incontrolados. Escombreras que, pese a los esfuerzos que se han intensificado en los últimos meses con un plan de clausura de puntos de vertido ilegales, siguen siendo habituales en el paisaje de los entornos urbanos y rurales.

Las empresas del sector de reciclaje reclaman mano dura a los ayuntamientos, especialmente con los vertidos de las obras menores, que acaban haciendo un gran daño al entorno. Son fundamentales también iniciativas como la del grupo de Ingeniería de Materiales de la Universidad, que investigan en las nuevas posibilidades de estos residuos.

Iniciativas todas que tienen que ir de la mano de la necesaria concienciación social. Tirar los residuos en cualquier cuneta ya no es una opción. Si no hay conciencia, se imponen las multas.