Cementerio de aviones
Estudian emular a Teruel y convertir el aeropuerto de León en un servicio de aparcamiento de aviones y chatarra aérea. La jaula que se construyó durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero nunca se llenó con los pájaros necesarios para justificar el gasto. Ayudó, como siempre, la voracidad de la Junta que, a la chita callando, se fue llevando todo el negocio del Club de los 60 hacia Valladolid. Después, se descubrió el pastel, y todos los que desde León —profetas en tierra ajena— aseguraban que nada de eso ocurría cogieron las 30 monedas de plata y miraron hacia otro lado.
No es de extrañar que con la que se nos viene encima —hay que esperar que los fondos europeos que nos promete Javier Alfonso no se conviertan en herederos de la política de cupos y fondos del carbón que arrasó la sociedad y la economía leonesa— la mancomunidad haya pensado en hacer de la necesidad, virtud.
Ahora que el sector crítico a Cs defiende desde su sillón de consejero del todo —es Igea, por si alguno no cae— que los leoneses sin trabajo deben emigrar a Madrid; ahora, que ya está claro que tanto la Junta como el Gobierno quieren convertir toda la cordillera cantábrica en la pila de las ciudades que nos mantendrán en la pobreza; ahora que sabemos que serán los mismos de siempre los que se llevarán el negocio de las renovables y la digitalización mientras aquí nos quedamos como África en el soberbio reportaje La pesadilla de Darwin —allí fue la perca y aquí serán las placas y aerogeneradores—; ahora comienza el plan para convertirnos en el desguace de una burbuja que todavía no ha hecho más que empezar.
Puede que quede poco para las elecciones a la Junta de Castilla, puede que menos de lo que pensamos. Así que, no lo olviden cuando cojan la papeleta con la que se lo jugarán todo. Si lo conviertan en una ruleta rusa, antes o después nos echarán del casino.