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Hoy por la tarde se abrirán las puertas del Reino de León para acoger el partido entre el Olímpico de León y el Atlético de Madrid Femenino. Este acontecimiento no es un partido más, ya que supone un escaparate para el fútbol femenino en sí, además del de nuestra ciudad. Se abre el templo futbolístico leonés no sólo para rendir homenaje a unas jóvenes llenas de ilusión que han cerrado una gran temporada en la Primera Nacional Femenina, sino para visibilizar y normalizar el fútbol de las niñas y mujeres. Son muchas las pequeñas que todavía les cuesta dar el paso de apuntarse a un equipo de fútbol a pesar de sus gustos y preferencias en la vida; muchas veces por la falta de oportunidades, otras por el hecho de iniciarse en un grupo desconocido dominado por chicos y otras, y más sorprendente si cabe, por decisiones de sus progenitores.

Es cierto también que la estructura competitiva debe seguir mejorando para que en ciertos momentos de su carrera no se les induzca al abandono. El partido del sábado brindará la oportunidad a los espectadores de poder evidenciar que los deseos de nuestras pequeñas pueden hacerse realidad y normalizarse ante el imperioso domino viril de este deporte siendo una vía más de socialización integral. En países como Canadá o EE UU lo normal sería ver este tipo de partidos llenos hasta la bandera y en el nuestro hemos visto algunos destellos en San Mamés o el Metropolitano y esto debería ser una tendencia estable. Hay que agradecer la labor de muchas personas a lo largo del tiempo enarboladas en sacar proyectos de fútbol femenino hacia adelante y que actualmente el Olímpico de León lo está intentando pudiendo ser un club de referencia en el futuro en esta disciplina y contribuya también a que el nombre de León se posicione en la palestra nacional. No hay que olvidar a otros clubes como el Atlético Trobajo o de pueblos de nuestra provincia que albergan chicas en sus filas. El caso es que las niñas de ahora se les dé la oportunidad de que jueguen a la pelota de la manera que sea, sin prejuicios de ningún tipo para que luego jueguen al fútbol en el contexto que más les convenga para poder ser Reinas del fútbol algún día y no simples consortes.