Editorial | Un laboratorio histórico en grave riesgo

La situación de Laboratorios Ovejero es realmente preocupante. El conflicto que hace apenas unas semanas parecía subsanable con la entrada de un nuevo inversor ha acabado desembocando en una crisis muy grave. Que ahora exhibe demasiadas aristas y un buen número de circunstancias que hasta el momento no eran conocidas por la ciudadanía. El apoyo a las empresas desde las instituciones es, en principio, una exigencia y una necesidad social. Pero la experiencia dicta que no se puede pagar cualquier precio. Lo ocurrido con empresas como Antibióticos, Vestas o Everest prueba que regar con dinero público no siempre hace fructificar las cosas. Es importante que exista un nivel de exigencia hacia los empresarios. Sólo con planes claros, con compromisos concretos y con inversiones es lícito exigir ese respaldo de todos.