Madre y masa
Masa madre es hoy término talismán para que los listines vendan pan de su puta madre... (modera esa lengua, atajó Sócrates a Otavito, que como si nada)... dice que le ponen esa puta etiqueta (y sigue) de rimbombancia en moda a una barra industrial o a un mollete de delirio confitero y el pijo modelno retronostálgico y alternativo se cree que está comiendo la vieja hogaza abuela que nunca conoció ni gustó, aquella que le metías la nariz al molledo y te perfumaba las ganas con un tufillo agrio y antiguo haciéndote exclamar ¡hurmiento! con la cara dichosa que se pone en descubrimientos felices. Porque la verdad es que buscas hoy su aroma en la mayoría de panes y te huelen lo mismo a que te saben los tomates, a nada. ¿Qué coños de pan es ese -concluyó Otavito- que te lo venden como ecológico, sin gluten, de molde y sin corteza, con simulacro de semillas o integralismos sostenibles y rerspetuosos con el medio ambiente?... Y ahí veis ahora la jodía masa madre queriendo hacerse madre de la masa consumidora tan crédula con las etiquetas floreadas que vienen con dogma.
Pero qué barroquito eres, le dijo Peláez, hoy se hacen panes baratos, sosos y fofos (¡ay, esas baguetes de chicle en la boca!), pero también se está sabiendo hacer mejor pan que nunca; hay panaderos que vuelven a cereales olvidados o a trigos de fuerza, a elaborar la masa en sus tiempos y reposos, a estudiar panes lejanos y alianzas de obrador... ¿será por panes hoy?... sin contar los 300 panes diferentes que tradicionalmente se elaboran en España (el lechuguino, de Pucela; la fabiola, de Palencia; y la hogazorra, de León)... aunque lo ciertamente paradójico es que hoy España, potencia cerealista, sea el país europeo que menos pan consume. Solo en los últimos veinte años el consumo ha caído un 30%, algo alarmante que habla de la tontería juvenil (o no) que se queda en el pan-espuma de la hamburguesa... y la paisana pif dice que el pan engorda (pero la palmera con chocolate solo un poquito)... Ojo, no es nada bueno para la salud que olvidemos que somos hijos de una berza y una hogaza.