Aires frescos

La vida da muchas vueltas. Tantas, que el futuro y su predicción resultan cada vez más inciertos, aunque quienes tienen capacidad para coger el tren en marcha pueden mirarlo seguramente con menor incertidumbre. Transformar una sociedad, una comarca, habituada históricamente al monocultivo del carbón, en otro proyecto resulta extremadamente difícil, pero, al parecer, no imposible, sobre todo si se dan la mano la iniciativa privada y la necesaria y obligada disposición pública.

Desde el cierre de la Hullera Vasco Leonesa la comarca de Gordón vive uno de los momentos más difíciles, si no el más, de su historia contemporánea. Años congeladas casas y edificios, magníficos algunos, con la parsimonia de una muerte lenta. En los últimos tiempos, sin embargo, algunos han pasado a ser vivienda o proyectos de centros colectivos, campamentos de verano o clínica para internos de algunas enfermedades que lindan lo somático y sicológico, según me cuentan. En cualquier caso, un sonoro aplauso para quienes han tomado la iniciativa y abren de esta manera un resquicio a la esperanza. Larga y fructífera vida porque, además, significará la pervivencia de estos pueblos gordoneses, con epicentro en este caso en Santa Lucía. Precisamente aquí inicia su andadura este mismo verano el Centro de Turismo La Galería, con una amplia oferta de actividades, mucha ilusión, sabiduría y experiencia acumuladas. El centro, los alrededores y la comarca gozan de unas espléndidas panorámicas de paisajes y montañas que abren un mundo de sueños y posibilidades, escondidas en buena medida hasta ahora por las heridas del carbón. Y aquí residen algunas de las medidas que, a mi juicio, han de tomarse. La cubrición y tratamiento de escombreras abandonadas con pocas exigencias, algunas reconvertibles en focos de interés, en las que parece que están comprometidas las administraciones y la municipalidad, esta con la redacción de algunos proyectos que pueden ser atractivos y dinamizadores. Añadan, eso sí, la eliminación de vertederos incontrolados en tiempos en que todo parecía valer. Una naturaleza fresca es seña esencial y atractivo de los nuevos tiempos.

Parece ser que la compra de terrenos de algunas de las instalaciones de la antigua empresa minera puede convertirse igualmente en revulsivo, con el edificio de Las Turbinas lleno de posibilidades. Revisen, no obstante, los conceptos de propiedad o cesión para el ejercicio de los derechos y que nadie se llame a engaño.