Editorial | Ayudas en un momento clave para apoyar la recuperación económica

La Consejería de Empleo e Industria acaba de convocar una nueva línea de subvenciones dirigida al colectivo de trabajadores autónomos que recibirán ayudas económicas de entre 3.000 y 8.000 euros en función del sector al que pertenezcan. Tendrán acceso a ellas profesionales de actividades relacionadas con los servicios y el comercio, el ocio nocturno y la artesanía, además de pequeños fabricantes e industriales. Se trata, en definitiva, de autónomos de sectores económicos no incluidos en las ayudas estatales o que, por la razón que sea, no pueden cumplir las exigencias establecidas por el Gobierno. Porque el objetivo debe ser, precisamente, apoyar la recuperación económica de esos colectivos, dotándolos de liquidez para minimizar las importantes pérdidas económicas que han sufrido como consecuencia de la crisis que en todos los sentidos ha desatado la pandemia.

Dadas las circunstancias, lo que cabe exigir ahora de esa convocatoria es que efectivamente sea no sólo abierta, sino ágil y flexible, que permita modificar las condiciones y ampliar la nómina de posibles perceptores para incluir sobre todo a quienes no tengan acceso a otras ayudas destinadas a paliar esas pérdidas. Y, además, que se rija por criterios de claridad, rapidez y sencillez en la tramitación para garantizar la transversalidad y evitar discriminaciones. Porque eso sólo será posible si efectivamente se facilita el acceso al mayor número de beneficiarios y si se realizan la tramitación y los pagos reduciendo al máximo la burocracia y los tiempos de espera.

El cambio de escenario al que estamos asistiendo, sobre todo a lo largo de esta semana, nos sitúa en momento en el que es muy importante que las administraciones habiliten todo tipo de ayudas, tanto económicas como financieras, para contribuir al mantenimiento del empleo y garantizar la viabilidad de los pequeños negocios. Aunque ese esfuerzo deberá tener continuidad para consolidar la recuperación económica.