Cuba como piedra de toque
La situación en Cuba, manifestaciones pacíficas pidiendo alimentos y libertad reprimidas con extrema dureza está poniendo a prueba a los gobiernos de los países que se reclaman democráticos. Entre los primeros, al nuestro. Por razones históricas Cuba que fue la última colonia española sigue unida a nuestro país en términos afectivos. Por no hablar de las raíces que genera la emigración.
La crisis actual no es más que la prolongación de las que viene padeciendo la isla desde que hace sesenta años Fidel Castro implantó en la isla una dictadura con un régimen de partido único. Agravada desde que desapareció el soporte de la Unión Soviética y más recientemente por la crisis económica que a su vez padece Venezuela, país cuyo petróleo venía siendo un paliativo a las deficiencias energéticas que padece históricamente la isla. La puntilla ha sido la pandemia. No hay medicinas y el mito de la pretendida superioridad de la medicina cubana se ha venido abajo. Los cubanos han salido espontáneamente a la calle a pedir pan y libertad con una lema -»Patria o Vida»- que revoca el «Patria o Muerte» oficialista. La dureza con la que el Gobierno cubano está respondiendo a las manifestaciones es signo inequívoco de que el régimen se atrinchera. Quienes dirigen ahora el país, muerto Fidel y enfermo Raúl Castro, es una nueva generación de militares y políticos que son accionistas de las principales empresas de la isla. No defienden ideas, defienden sus negocios. Frente a ellos, sólo la presión internacional, denunciando la represión y exigiendo reformas podría cambiar la situación. A la manera como la comunidad internacional presiona para que Nicolás Maduro proceda a convocar elecciones libres en Venezuela quizá sea ya hora de exigir otro tanto al régimen cubano.
Es lo que piden los miles de ciudadanos que venciendo el miedo se han atrevido a salir a las calles de varias ciudades a pedir libertad y para que termine la represión. Cuba se convierte en piedra de toque para los gobiernos de los países democráticos y, en primer lugar para el nuestro. Ya va siendo hora de que al margen de la vergonzosa posición de los ministros comunistas que niegan que Cuba padezca una dictadura, en un gesto de autonomía y autoridad democrática, el presidente Pedro Sánchez encabeza esa petición a favor de la libertad del pueblo cubano.