Editorial | LM es clave en el Bierzo: merece el mismo trato que otras ‘esenciales’
Las intervenciones del Gobierno y de las comunidades autónomas han servido para salvar industrias en todo tipo de territorios. Hay sectores que reciben el ‘apellido’ de estratégicos y acaban movilizando partidas milmillonarias con cargo a los presupuestos de las diferentes instituciones. En Castilla y León existe el claro ejemplo de la automoción, un pilar fundamental para el empleo de la Comunidad al que desde Madrid y Valladolid se mima, probablemente de manera acertada, por la capacidad que tiene para crear puestos de trabajo. Existen también otros buenos ejemplos de recientes crisis industriales en Asturias o incluso aquí en la provincia de León con la espantada de Vestas, a la que se le buscó una alternativa que estos momentos ya está en fase de expansión.
Por todo ello, y con la brutal crisis económica que padece la comarca del Bierzo tras el abrupto final del carbón y de las térmicas, no parece razonable que se esté afrontando la crisis de LM con tanta inacción de las instituciones. La factoría de palas eólicas es un pilar fundamental de la economía de la comarca y probablemente de toda la provincia con su millar de puestos de trabajo directos. Por justicia y por esa igualdad que proclama la Constitución no puede pasar un día más sin que el Gobierno central y la Junta se pongan manos a la obra para analizar qué está ocurriendo con LM. Hace aproximadamente una década, en la otra crisis, la planta decían que estaba condenada al cierre. Y lo que parecía un imposible acabó por revertir en una industria que incluso llegó a hacerse más grande.
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