Regularización

Una de las medidas admirables y polémicas que adoptó Rodríguez Zapatero cuando llegó a la presidencia de este país en 2004 fue la regularización de unos 700.000 inmigrantes ilegales, que estaban ya asentados en este país con considerable arraigo pero vivían en una gran zozobra ya que sus puestos de trabajo eran precarios (a menudo estaban siendo explotados) y con el temor constante a ser expulsados en cualquier momento. El procedimiento entonces fue sencillo: los empresarios podían presentar la solicitud de sus trabajadores en situación ilegal en las oficinas de la Seguridad Social para que se regularizara su situación. Ahora estamos en una situación parecida a la de 2005. Hay casos concretos de familias enteras en situación ilegal reciben la orden de expulsión cuando intentan escolarizar a sus hijos. ¿Qué se pretende? ¿Qué sigan en la clandestinidad, que se abstengan de utilizar los servicios públicos? Es urgente regularizar a quienes están ya arraigados en nuestro país para que recuperen su condición jurídica de seres humanos.