A toser, a la peña
Cerró agosto sin agriarle al mesonero el rostro. El turismo de interior le salvó los trastos, pero sabe que le viene un septiembre con escalofríos y un otoño con dientes. Lo vemos, no hay día en la tele sin su inundación y ahí echan a navegar al cambio climático. Sócrates ataja: ¿cuántos siglos hace que se inventó el refrán Septiembre: o seca las fuentes o arrasa las puentes?... arrasa... ¿qué ocurría ya entonces para tenerlo tan claro?... pero no os privéis, sorprendeos, bebed en tertulias con experto profeta y alarmaos... aunque volverán las fuentes secas.
En este tiempo enmascarillado -y aún cuasiconfinado entre países y destinosno pocos eligieron ruralidad y aire libre en su veraneo, aunque más por saludable que preferente. De siempre el aire del campo (y sus potes y leche cruda) fue medicina insuperable. Así se inventó en España el primer turismo de montaña con la hueste de tuberculosos que parió la Posguerra y que, a falta de penicilina, se les mandaba a la sierra... a toser, a la peña... igual que el minero silicótico asturiano sólo ansiaba el aire seco de esta montaña vecina o, mejor, de estos páramos vinateros o riberas de hogaza preñada. Por entonces, años 60 y 70, se explotaba en León la modalidad de vacaciones en «casas de labranza» junto a sus caseros, fórmula francesa que aquí importó el impulsivo Fraga Iribarne; y bien que cundió el invento con más de cien mil asturianos que cada verano apalancaban a la muyer y a los guajinos dos meses en estos pueblos e íbanse los maríus para volver cuando les tocara, o no (qué buenos recuerdos me contaba Victor Manuel de sus veranos de chaval en Lorenzana colándose en el autobús para ir al cine de rondón al Emperador; llegaba de Mieres en julio con su familia y quizá también el abuelo Víctor con su pulmón hecho cemento de sílice).
Turismo saludable: montaña. Su aire es el más puro. ¿Si?... sería antes, lamentó Sócrates; cuanto más alto va hoy el aire, más peste de humos y gases celestinos lleva. Si no cesan, vendrá un día en que sólo habrá aire limpio en las cuevas sin soplo... y en las minas abandonadas