Menos mal

Tras renunciar a sus galones eclesiales, el exobispo de Solsona se ha ido a vivir con una escritora de novelas erótico satánicas. Menos mal que Dios tiene sentido del humor, esto mismo se lo hacen a Zeus y los fulmina desde el Olimpo. Es comprensible el estupor creado, y no solo entre los creyentes. Xavier Novell no destacaba por moderno, al contrario. Pese a haber sido el obispo más joven de España, siempre tuvo un pie en el siglo XVII. Ahora, tiene los dos en el piso que comparte con la autora de una novela recomendada para mayores de 18 años por la propia editorial. Era el exorcista de su diócesis. Abogaba por la curación mediante terapia de los homosexuales. Respaldaba públicamente el referendo de autodeterminación. En fin, siempre ha dado titulares, pero estos de ahora le han llevado a la prensa internacional. A ver lo que tarda Netflix en hacerle una serie. Según dicen, desde hace tiempo se le había comunicado que estaba poseído. Esta historia la presenta Stephen King a su editorial y le rechazan el manuscrito por poco creíble. ¡Una escritora de novelas erótica satánicas! Uno mismo ni siquiera sabía que existiese tal género. ¿No le habría bastado con una lanzadora de cuchillos o con una profesora de danza del vientre, como a todo el mundo? Sí, menos mal que Dios tiene sentido del humor. Hoy ya no existe lo normal, sino normalidades. Menos mal. Aún así es lógico arquear la ceja. En efecto, por mucho menos, Zeus se ponía a escribirles tragedias griegas en el lomo. El padre Apeles le ha defendido en la televisión, con prudencia, y se pregunta si el interés de ella por el satanismo es como escritora o además como practicante del mismo.

Nada que objetar a que un sacerdote cuelgue los hábitos porque se ha enamorado. Conozco quienes lo hicieron y son personas de irreprochable vida cristiana. Pero aquí es comprensible cierto asombro. La verdad es que a él se le ve muy desmejorado, será el cambio de dieta.

Sí, menos mal que Dios tiene sentido del humor. También lo tiene el papa Francisco, no creo que lo haya habido más sonriente que este. Pero cuántos frentes abiertos, los que sabemos y los que ignoramos. Mucho ánimo, querido Santo Padre. Menos mal que la semana solo tiene siete días.