Perded la esperanza

A la entrada de su Infierno Dante pone un rótulo que reza « Lasciate ogni speranza voi ch’entrate », abandonad toda espezanza vosotros que entráis, algo parecido a lo que aquel argentino estampó en una larga tapia de Buenos Aires cuando su infierno financiero tuvo que inventar «el corralito»; y decía:  La esperanza es lo último que se... perdió . En las urnas primarias celebradas en Argentina este domingo, el peronismo -viejo éxito de  música  para huérfanos y  letra  para padrinos interpretado a su aire por Cristina Kirchner y su combo milonguero- se ha dado tal fostión, que ha empezado también a enterrar sus esperanzas y aquel símbolo del descamisado en arengas de Perón, descamisado que ahora lleva  leggins , hace  running , es  ecofriendly , compra en  delivery  y se modela con  liftings  (curioso, allí a los  leggins  los llaman «calzas» porque el argentino y su recio castellano clásico se defienden con más sentido y amor propio que tú y que yo de la colonización del inglés que todo lo invade, ocupa y disfraza de lo que no es apostando por lo aparente). Quizás podrían intentar ahora reanimar lo suyo si al descamisado lo llaman  shirtless  y al peronismo  high peronism .

Pero las esperanzas que salen, por las que entran; como las del peronismo cazurrista (tan útil hoy aquí a huérfanos y padrinos) metiendo mociones en los pueblos y reclamando autonomía para León en las alturas y referendum en las bajuras de esta realidad decadente. Así se hizo el otro día en Sahagún y en breve se propondrá en Garrafe de Torío en segunda vuelta, a ver si esta vez... ¿y?...  ahí murió el tío los nabos , no se trata más que de fijar postura o desaire y la cosa no tiene más recorrido ni alcance administrativo que visualizar al único culpable del drama lleunés (siempre es de fuera y nunca de aquí), y así los partidos con cojera crónica se alivian con esta cómoda muleta y las siglas tuertas de nacimiento (todas) se ponen ese parche púrpura-fucsia para disimularlo. Y allá que se suben... ¡moción al canto y copalante!... sin atreverse a confesar jamás lo que realmente saben y reconocen:  Lasciate ogni speranza .