Editorial | Tras la estación y la Variante, aún faltan respuestas
Comienza este lunes una semana decisiva para las comunicaciones ferroviarias de la provincia con el primer viaje que pondrá a prueba la línea de la Variante de Pajares y con la puesta en servicio, el martes, de la obra de integración de la estación de León. Ambos acontecimientos suponen dos hitos en la historia reciente de León pero llegan ensombrecidos por los años de retrasos y recortes que han desvirtuado los proyectos iniciales hasta convertirlos prácticamente en irreconocibles. Con estos precedentes bien pudiera parecer que León se está acostumbrando mansamente a ser víctima de los regates del gobierno de turno y de los ajustes de las sucesivas crisis. Por ello, aunque esta semana que entra estemos de enhorabuena, las palmaditas deben ser las justas. Por si alguien tiene la tentación de caer en triunfalismos, es necesario recordar que haciendo memoria sin demasiado esfuerzo el debe sigue engrosado de varias intervenciones en infraestructuras bien conocidas como la fallida integración de Feve en la ciudad o los pasos inferiores de la Ronda Este que nunca llegaron a ejecutarse, además del imposible retraso de la A-60 o la siempre pendiente Ponferrada-Orense. No hay lugar, pues, para la complacencia pero sí para empezar a buscar respuestas a muchas incógnitas como qué va a ocurrir con los terrenos abandonados del entorno y cómo se va a resolver la incongruencia de mantener una valla que trunca cualquier esfuerzo de integración.
+El arquitecto que construirá el Centro de Interpretación de Lancia ha diseñado un proyecto no solo sostenible, sino que recupera el paisaje de la época astur.