Las dos caras
A yer se celebró (o se pitó) la fiesta de la Hispanidad, el Descubrimiento, el Columbus Day de los americanos, la Fiesta de la Raza que pervivió en el franquismo... o del Pilar a secas en un país de Pilis donde los maños o de Boñar se dan además motivos para procesión y verbena. En este tiempo tumbaestatuas la fecha volvió a generar nostalgias y disputas, porque el indigenista juzga sólo para condenar... y el condenado no sabe cómo tapar con lo bueno que tuvo aquello lo malo que sin duda arrastró, las sombras, la otra cara, porque aquello fue conquista y colonización, las cosas como son: conquista... y colonización, aunque nunca tan perversas las dos como quiere pintarlas hoy cada cual a su antojo memorístico o interés político, esa cancha donde más se juega ahora este envenenado partido, aunque habrá que recordar que la evolución del hombre y la cultura universal sólo pudieron escribirse así, conquistando, que no siempre es sinónimo de sometimiento cruel, y colonizando, que tampoco es sinónimo de asolamiento de pueblos o culturas. ¿Qué necio cabe aquí hoy que revise en condenas o se cague en la colonización celta, goda, romana o árabe?...
Nadie niega la explotación, la codicia, la sangre o la tiranía que el Nuevo Mundo propició; y si alguien exige perdón, tampoco importa pedírselo, ¿a qué perrear por un cortés formalismo?, pero rogando a su vez gratitud expresa por todo lo innegable que tuvo de bueno y también de grandioso aquella instalación en la que el mestizaje y una adelantada globalidad no se vieron en otros colonizadores de entonces. De España fue lo peor, se dice, buscavidas, convictos, exagerando, claro, pero España también llevó lo mejor, y ahí siguen en pie las primeras universidades de América, la piedra monumental, los sistemas administrativos, la cultura, el progreso... o la lengua, la madre del pensar con la que tantos pueblos pudieron entenderse mejor que cada uno con la suya y peleona... o la religión que el indígena hace también hoy identitaria.
Revisa lo malo. Pondera lo bueno. Sopesa los dos si sabes. Y ya nos dices.