Pan y mantequilla
B ajo las ruedas del taxi, un Dodge Dar color crema, temblaban las tablas del puente de Villafer sobre el Esla. Luego la carretera era recta y estaba flanqueada por árboles a ambos lados. La niña estaba ansiosa por ver la ciudad. Lo que se encontró al final del viaje fue otro pueblo al lado de la capital. Tenía las calles sin asfaltar, como el pueblo que quedó atrás, y una escuela mucho más antigua, con pupitres de madera y asiento de dos plazas, cajón y hueco para el tintero. Corrían los años 70 y los pueblos empezaban a vaciarse. León estaba bien provisto de escuelas primarias, pero los estudios posteriores requerían dinero o acercarse a la ciudad. El campo se mecanizaba, había que invertir mucho y labrar cada vez más terreno. No había pan para tanta gente.
Casi cincuenta años después una joven bióloga de Sahagún volvió a la villa para hacerse cargo de la panadería que han regentado cuatro generaciones de su familia. María Franco ha sido elegida premio Mujer Rural 2021. Lo extraordinario empieza a ser la norma entre las mujeres que hacen el viaje de vuelta. Regresan con títulos, bagaje y proyectos enraizados en la tierra cargados de ilusión.
Gran parte de las empresas que participaron en la Feria de los Productos de León están pilotadas o tienen entre sus impulsoras a mujeres de todas las generaciones, como reflejan los premios otorgados por un jurado que no contó con ninguna productora o experta. El retorno de mujeres al mundo rural —masculinizado por la despoblación— es esperanzadora y un acicate para mejorar los servicios rurales. Sin olvidar a las mujeres que han permanecido en los pueblos. Las que sostienen los cuidados, las que atesoran memoria y tradición, las que tejen o asan los pimientos y las que se han reinventado en cada etapa de la vida.
Mientras en el Palacio de Exposiciones el jurado señoro decidía los premios de los Productos de León, visitamos en Sosas de Laciana la Lechería La Popular. Hace 11 años el pueblo reconstruyó en hacendera esta joyita del patrimonio industrial leonés levantada en 1920 por una cooperativa ganadera, bajo los auspicios de progreso social y económico de la Fundación Sierra Pambley. Las piezas, inservibles, se repararon en Eibar. Ahora se puede visitar, ver funcionar el ingenio manual e hidráulico y viajar por el dorado tiempo de la manteca y de las Mantequerías Leonesas con la narración de Angélica, guía y emprendedora sin igual. Para finalizar el viaje la degustación de una recha recuerda la antigua tradición de obsequiar a los invitados con una tostada de pan al finalizar las bodas lacianiegas. Mantequerías Leonesas, primera tienda gourmet en España, desapareció, La Popular tiene ahora mantequilla propia. Y León es una provincia gourmet en buena parte por el empuje de mujeres del rural que merecen más que un día.