¡Va por ustedes!
C oces contra el aguijón podrán ser las que se den prometiendo leyes para abolir en España la prostitución. Pero el Psoe se apunta el tanto al hacerlo el primero porque prometerlo es fácil, es hábil y es muy torero ante tantos tendidos femeninos que podrían sacar sus votos y blandirlos en esta corrida como si fueran pañuelos pidiendo para el matador las dos orejas del proxeneta y el rabo del putero. Porque toda mujer tiene justo derecho a sentirse insultada y agredida en su condición por el esclavismo de millones de explotadas y violadas en un negocio que, sólo aquí, mueve más dinero que la exportación agrícola, así que con sólo anunciar una ley tan drástica (sin esconder lo buenista y lo feminista que encierra el prometerla en un tiempo de nuevas sensibilidades y catecismos) les acarrea a los socialistas simpatías a mayores... ¿qué mujer no odia a las putas o, cuando menos, quiere verlas muy lejos?... sólo faltó que Pedro Sánchez lo hubiera rematado con un brindis: ¡va por ustedas!, birlándole así de paso el estilo a Irene Montero Montera Montere para pescar cándidas entre sus votantas... zí zeñó, va por uzteda, repitió el mozo de estoques del matador.
Peláez dijo «inquieta suponer a qué otros oficios tendrán que dedicarse las más de cien mil desempleadas de este abultado negocio nacional sustentado en carne extranjera en un 90%, porque de cajeras, cuidadoras o dependientas mayormente no las imagino».
Y Otavito malmetió: «si un 40% de los españoles confiesa haber ido alguna vez de putas y un 20% lo hace con frecuencia, ¿se deduce ese mismo porcentaje en el colectivo masculino de los partidos, Psoe en este caso?... porque va a tener su infinita gracia ver a un diputado o cantidato putero tener que ir a los mítines a predicar a voces contra la prostitución de la misma forma que se desgargantaba Maradona con camisetas solidarias en aquellos partidos benéficos «contra la droga» mientras se le dilataban las pupilas viendo las largas rayas blancas de cal que dibujan un campo de fútbol. En fin, todo sea por el voto, su patria. Va por ustedas».