Editorial | Un avance lógico para el Palacio de Congresos con carga política
El Pleno del Ayuntamiento de León debatirá próximamente una iniciativa para dar continuidad a las obras en el Palacio de Congresos, con el cerramiento de la antigua azucarera. El proyecto promovido por el PP y la UPL, frente al alcalde socialista José Antonio Diez, plantea un avance que parece lógico puesto que al adelantarse la inversión en ese cerramiento se podrán evitar los costosos alquileres en andamiajes que sangran las arcas municipales cada año, con más de 300.000 euros de factura. Todo esto conlleva evidentemente otro debate que no debería hurtarse a la ciudadanía y es sobre cómo y cuándo se podrán acabar las obras para que la ciudad disfrute de una infraestructura fundamental para hacerse un hueco en ese turismo de congresos que empieza a renacer tras la pandemia.
En el plano político esta nueva unión de votos de populares y leonesistas admite también una lectura sobre la carga política que conlleva. Pasado el ecuador del mandato en las administraciones locales los movimientos se hacen cada día más evidentes. Y no se trata de mociones para intentar voltear gobiernos. Se trata, según manda la tradición de la Democracia española, de exhibir a través de gestos un mayor distanciamiento de los partidos a los que se ha servido de sustento. Sin duda, el final del mandato generará muchos momentos de discordancias para intentar recuperar mensajes y votos. Pero los partidos no deberían olvidar que los ciudadanos son mucho más inteligentes de lo que en ocasiones se creen.
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