Salvad el... megocio
C on la claridad cáustica con que editorializa su humor, El Roto plantea en una viñeta un quid pro quo de la cuestión climática: dos viejos financieros trajeados y con cara de hogaza hablan con severo gesto; ¡hay que salvar al planeta! , dice uno; ¿cómo? , plantea el otro; ya se nos ocurrirá algún negocio , concluye.
Negocio. Es palabra talismán, el punto G de una conversación en cualquier idioma... aahh, ¡negocio!... como el que ya bulle bajo el lema «salvemos el planeta» y que mañana será negocio a embute, a esgalla, a manta y a barrer. Nuevas sensibilidades y leyes fijan marcos de inversión en lo ecosostenible-igualitario-inclusivo-renovable anunciándose fondos inéditos para frenar la deforestación, impulsar renovables, salvar osos o financiar alternativas y ensayos, cotizando ya en Bolsa nuevas energías, nuevas agriculturas o nuevas empresas. Viene tiempo de subvención verde o irisada porque, juntándose las naciones en Cumbres del Clima y del Blablablá, últimamente ya no tienen más remedio que ir soltando prenda y acatar alguna limitación o cambio para frenar el agotamiento de recursos y la destrucción de vida, aún más ahora que se anuncian nuevos desiertos aquí y allá y litorales anegados por doquier (qué cuadro... ¿lo estará pintando Dante?... pues redordadle los volcanes).
El ecologismo que era lírico o subversivo hace 40 años lo asumen hoy haciéndolo bandera las mismas industrias o corporaciones que entonces crecían devorando y agotando. Se adaptan; y así Cocacola gasta ahora casi todo su anuncio en lucir su alta sensibilidad planetaria con líricos paisajes y ecofuturos y sólo al final te ordena beber su botellín, que es de lo que se trata, su único negocio. Tómese como lógico, pues, que cualquier López Obrador asegure que el neoliberalismo alienta el ecologismo y el feminismo . ¿Hay negocio ahí?, pregunta el tipo de la viñeta... a embute, a esgalla, a manta y a barrer, le reitera un corresponsal de tele liberal en la cumbre de Glasgow anunciando lo rentable de montar empresas «al hilo de»; y las montarán los mismos.