Las otras térmicas sí siguen vivas
Mañana lunes la central térmica de As Pontes volverá a ponerse en marcha, y quemará carbón importado. Desde hace días la térmica asturiana de Soto de Ribera está funcionando. Los precios disparados de la electricidad, la amenaza de restricciones del gas y la parada de varias nucleares han devuelto al denostado carbón a la actualidad. Se recupera la actividad, aunque sea momentáneamente, en las centrales de Galicia y el Principado, pero en León la generación térmica lleva ya mucho tiempo condenada sin remedio.
La central de Anllares, en Páramo del Sil, cerró hace casi tres años; y las de La Robla y Compostilla el verano pasado. Muchas de sus estructuras ya han incluso desaparecido. A la espera de los prometedores planes de inversión con los que las eléctricas deben compensar a las zonas afectadas por el cese de la actividad, lo que se pone en evidencia de momento es que tanta prisa por clausurar las estructuras coloca de nuevo en desventaja a las cuencas leonesas. Aunque sea por un tiempo limitado.