Presupuestos trucados
Conocido es el afán de la grey política de retorcer la realidad a conveniencia de sus intereses partidistas, sin importarles un bledo sesgar y manipular datos objetivamente comprobables. Lo demuestran a diario esos portales de verificación que tratan en lo posible de combatir el permanente caudal de desinformación que le cae encima al ciudadano.
De ahí que cualquier declaración pública de nuestros políticos sea puesta en cuarentena y que a menudo solo resulten creíbles aquellas manifestaciones realizadas en privado sin ánimo de que trascendieran. En la mente de todos están esas famosas “pilladas” periodísticas que nos han permitido conocer son sin máscara algunos de nuestros ilustres.
Al vicepresidente de Andalucía, Juan Marín, le han sacado una grabación interna en la que se expresó totalmente en contra de que el gobierno andaluz presentara nuevos Presupuestos para 2022, año en el que toca celebrar elecciones en aquella comunidad. Marín argumentaba que la previsible caída de ingresos procedentes del Estado iba a lastrar estas nuevas cuentas, de modo que “es de una lógica aplastante que habría que hacer recortes en pleno año electoral”. De ahí que considerara “estúpido” presentar nuevos Presupuestos teniendo la posibilidad de prorrogar los de este año, con lo que de paso se ahorrarían la engorrosa negociación con Vox.
La maniobra propuesta por Marín no prosperó y Moreno Bonilla ordenó elaborar las nuevas cuentas andaluzas, eso sí, inflando el capítulo de ingresos con unos 1.000 millones de euros procedentes de un supuesto fondo COVID que no existe en los Presupuestos Generales del Estado. Este artificio contable, que disparará el déficit y obligará a los recortes temidos por Marín, ha sido utilizado por otras comunidades autónomas gobernadas por el PP, entre ellas Castilla y León.
En el caso de la Junta se ha presupuestado de matute una partida de 455 millones que no cuenta con soporte estatal y sin la cual los Presupuestos de 2022 no se elevarían a 12.835 sino a 12.380, tan solo 89 millones de euros más de lo presupuestado para el año en curso.
Quiere ello decir que se nos ha vendido un incremento presupuestario del 4,2 completamente ficticio, y ello a pesar de los ingresos procedentes de los nuevos fondos europeos y de los 190 millones de la sentencia del IVA. Tenemos así que la Junta se jacta de elevar hasta los 509 millones los beneficios fiscales a los ciudadanos a la vez que camufla un agujero de 455 a rellenar a base de déficit y recortes. Lo que faltaba con la que ya viene cayendo.