El voto es ahora la mayor incógnita
Ni la Diputación ni la Junta van a hacer nada para revertir a León los pastos que siempre —tres instancias judiciales mediante— fueron de Léon. Dicen que no se dan por enterados de la sentencia del Supremo, como si el desconocimiento de la ley inhibiera de su cumplimiento, una estrategia que a usted y a mí no nos vale, pero que con ellos parece invocar el derecho de pernada. Francisco Igea lleva con el alumbramiento de la cosa territorial desde que cambió galgos por podencos, pero parece que Pinos queda fuera de la ecuación, que los ganaderos leoneses tienen poco o nada que hacer frente a la superpotencia de Mieres, que es la que se lleva el ascua a su sardina.
Yo, que no le perdonaré nunca al PSOE de Asturias que nos dejara en manos de tierras de secano, no vería con malos ojos que los de Asturia del norte fueran apropiándose poco a poco ya no de pastos sino de cuantas tierras comunales puedan hasta que la estructura territorial a la que estamos encadenados no fuera más que una entelequia que el tiempo olvidara en el frío de la memoria. Aunque puede, también, que la estrategia del consejero de Presidencia no sea otra que remar para la expulsión de León de un estatuto en el que solo estamos de manera nominal.
Por cierto ¿quiénes cobraron por conferir el relato a una historia cuyo carácter es centrífugo?
Tampoco sabemos aún qué pasará con el agua que Adif le regaló al Principado y que condena a los pueblos leoneses de la Cordillera Cantábrica a la sequía y la pobreza. Y sumando, que dirían los legos.
Están a la resta y la división, al roto que a cada uno de ellos les puede hacer la revuelta de las comunidades abandonadas. El PP le echa la culpa al PSOE —ahí está Milagros Marcos para abanderar la causa de los pobres para que no se la robe Vox— y ¿el PSOE? Se ha vuelto demasiado chic, creo, como para alardear de la tradición cultural del agro y tiene la batalla perdida. ¿A cuál de los dos partidos le quitará otro diputado la eventual plataforma que irrumpa en las elecciones del mes de noviembre? Y queda la incógnita Vox, cuya subida hace que cada vez lo sea menos.