Editorial | La leche por lo que vale, exigencia justa
El inicio de las movilizaciones en el sector ganadero merece toda la atención de la sociedad. Es quizá el mejor ejemplo de esa terrible injusticia que padece, en líneas generales, el sector primario. Del precio cobrado por el productor al que tiene que abonar, en última instancia, el consumidor, se genera una cadena de alzas desproporcionadas que llena los bolsillos de los intermediarios sin que alcancen esos beneficios a quien aporta la práctica totalidad del trabajo, se arriesga invirtiendo y se la juega con posibles enfermedades o problemas por la meteorología.
La llamada Ley de la Cadena Alimentaria tiene, entre otros objetivos, conseguir que se minimice este conflicto estructural. Pero ayer mismo los productores —que recibieron el apoyo explícito del consejero Jesús Julio Carnero— recordaron que sigue sin cumplirse, con unos precios que son injustos y que abocan al cierre a un sector clave para dar vida a los pueblos.