Editorial | Más confusión a la sociedad, agotada por el covid y por las contradicciones

La conferencia de presidentes de autonomías convocada por Pedro Sánchez envío ayer a la sociedad un torpe mensaje cargado de más confusión. No son pocos los que se felicitan por la decisión de que no se tomen precisamente eso, decisiones. Justicia y estadísticas cuestionan su eficacia. El decreto dictado de que será obligatoria la mascarilla en exteriores incluso tuvo que ser matizado horas después, anunciando que habrá excepciones. En esto del covid resulta claro que nadie quiere poner el cascabel al gato. Las distintas instituciones han mantenido un nivel de contradicción y de uso partidista de la crisis que, como mínimo, genera sonrojo.

Y la ciudadanía, mientras, con una sexta ola de pandemia en crecimiento y harta de recibir mensajes confusos, muchos cargados de soberbia y de presunta autoridad científica —fruto de oscuros y curiosos comités—, que luego se difuminan o cambian sin ningún pudor.

Un repaso a lo ocurrido en las últimas jornadas pone en claro que seguimos sin aprender nada. Y que al daño humano, sanitario y económico del covid se unirá un desprestigio de las instituciones y de los partidos políticos por su incapacidad de dar prioridad a la ciudadanía y a su salud. Las familias se reunirán estas Navidades y queda a su arbitrio la toma de medidas de seguridad. Una dosis de liderazgo sería importante para tener las ideas un poco más claras.

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