Editorial | Entorno favorable para el mercado de la vivienda

El mercado de la vivienda ha vivido un fuerte repunte a lo largo del año recién terminado, una tendencia que los expertos señalan que seguirá en los próximos meses. Con un nuevo modelo de demanda que se traduce en un incremento de los precios. León no es una excepción, a juzgar por los datos oficiales de ventas, desembolsos e hipotecas.

Lo que es evidente es un cambio en el modelo de la demanda en el mercado inmobiliario. El confinamiento y las nuevas condiciones de vida impulsaron a lo largo de 2020 el ahorro entre las familias que no han tenido problemas con el empleo, y los tipos de interés históricamente bajos hacen que las condiciones de financiación sigan siendo atractivas. Así las cosas, la vivienda se está convirtiendo en el refugio de la inversión y el ahorro.

Al otro lado de este halagüeño panorama para el sector inmobiliario se sitúan los jóvenes y las rentas más bajas, quienes más están sufriendo (de nuevo) con esta crisis y los tropiezos constantes que el virus pone a la recuperación. La brecha económica en la sociedad se abre cada vez más, y la capacidad de acceder a una vivienda es buena muestra de cómo un gran sector de la población tiene cada vez más dificultades para acceder a bienes básicos.

Por su parte el sector de la construcción afronta este aumento de la demanda y el incremento de la actividad atenazado por el incremento de los costes de las materias primas y los problemas tanto de suministro como para encontrar mano de obra. Los próximos meses serán decisivos.