Editorial | Una oportunidad que aprovechar para los pueblos
El aprovechamiento de los recursos autóctonos y la contribución a la conservación y el desarrollo del medio rural son dos de los empeños que tienen ante sí los territorios amparados por la Unesco como Reservas de la Biosfera, una figura completamente ignorada hasta hace bien poco por las administraciones supramunicipales, y cuyos objetivos, en un escenario como el actual, abocado a reprogramar los estándares económicos para abogar por un crecimiento inclusivo y sostenible, deberían ser imitados y tenidos en cuenta. Su esencia es la defensa de los pequeños municipios y de la forma de vida de sus vecinos, tenaces en mantener su compromiso con el entorno pese a la amenaza constante de quedar arrasados por la despoblación. Y ese esfuerzo parece no ser tan baldío cuando el análisis pormenorizado de los datos demográficos que llevan décadas dejando sinsabores en León deja ver un resquicio de esperanza para el medio rural de esta provincia. En más de 70 pequeños municipios ha aumentado la población en el último año en un fenómeno especialmente singular que se puede atribuir al deseo de escapar de la pandemia que parece asfixiar a las ciudades para vivir, quizás más seguros, en los pueblos. Sea cual sea la causa o la motivación, aunque sea coyuntural, puede que algunas de estas poblaciones tengan ante sí una oportunidad de creer y de crecer. Es un buen momento para atraer miradas y para cumplir promesas que pueden llegar a dar frutos inesperados.