Esperanza y apatía

Comienza la campaña electoral más incierta de la Comunidad. Anuncian la llegada a León de los espaldas plateadas de todos los partidos políticos entre promesas que están a medio camino entre lo improbable y lo imposible. Mientras, los datos nos arrojan la realidad el sempiterno jarro de agua fría con el que los pesimistas se ensimisman y en el que los optimistas ven un futuro siempre hacia arriba. La ley de Murphy se convierte en León es una teoría del todo mientras unos y otros sienten que pase lo que pase, nada pasará aquí. El pesimismo es una forma de cobardía, pero la esperanza no es más que la creencia en que otro solucionará los problemas. Con estas dos voluntades se ha hecho el futuro del territorio más castigado de España.

De nada valen por separado, pero juntos son el crisol perfecto en el que lograr que nada cambie porque aquí ni siquiera tenemos la oportunidad de comprobar que cuando algo se modifica, todo lo hace al tiempo para que la imagen final quede inalterable.

Y, sin embargo, a pesar del miedo, de la pereza, a pesar del inmovilismo de una sociedad demasiado conservadora para ser capaz de avanzar, existe la posibilidad de recuperar la voz propia —en esas Cortes que con tanto brío nos han menoscabado durante casi 40 años— y lograr que, al menos, se nos reconozca que somos y que estamos.

Este es el momento en el que podremos iniciar la escalada o quedarnos para siempre en el desfiladero de la historia. Votar por tus hijos es hacerlo por el futuro de León, y eso no tiene nada que ver ni con Isabel Díaz Ayuso ni con Pedro Sánchez. No sé lo que piensas, pero cualquier abogado, cualquier médico, cualquier arquitecto, todos los autónomos, los policías, los funcionarios, cualquier ingeniero o ebanista tiene el mismo derecho a tener una vida digna en León como el que posee cualquier a de estos en Valladolid. Nos quitaron los fondos Miner, nuestro lugar como la encrucijada del noroeste, los trenes, nos han birlado la visibilidad y ahora, encima, tratan de decirnos que es lo mejor para nosotros.