Editorial | La herencia envenenada de las esperas
La difusión de los datos de las esperas médicas en Castilla y León ha coincidido con el arranque de la campaña electoral. En la primera jornada de un proceso derivado del divorcio PP-Ciudadanos que, entre otras cosas, se disparó por las diferencias a la hora de tratar el covid y la sanidad. Precisamente, la conjunción de ambos factores provoca un mal balance de esas listas. El primero para el nuevo consejero del PP que sustituye a Verónica Casado. Y Alejandro Vázquez, por aquello de que el problema es heredado, fue sincero para afirmar que son unos «malos datos» que requieren un «plan de choque». Pero quizá en eso no acertó con las palabras más apropiadas, ya que en los años de Casado al frente de la Consejería de Sanidad se anunciaron incontables planes de choque para atajar esas esperas. Quizá de todo esto cabe una lectura positiva. La sanidad ha conseguido alcanzar la relevancia que nunca debe perder en el debate social.