Editorial | Fútbol manchado por el racismo
Los gritos por parte de las aficiones en los diferentes estadios de fútbol españoles incluyen insultos que no serían aceptados en ningún otro lugar. Los gritos racistas son frecuentes, al igual que las acciones violentas incluso fuera de los estadios, como las registradas recientemente en Bilbao o San Sebastián.
En el fútbol modesto también se generan de manera puntual incidentes que deben calificarse como muy graves. Ahora se investiga lo ocurrido en el partido San Andrés-Onzonilla B. El caso está en manos de la Justicia ordinaria e incluso se han producido dos detenciones. Sin duda ese es el camino. Ser intolerantes con los que lo son desde la grada o incluso dentro del campo, guiados por ideas o sentimientos que no pueden ser expresados al incluir un ataque expreso al otro. El respeto hacia las ideas, creencias, raza, sexo o lugar de nacimiento está preservado en la Constitución. Y así debe exigirse.